Mi guía de viaje: 7 días en Mykonos y Sifnos, dos islas de ensueño en Grecia

Molinos de Mykonos (Kato Mili)

Hay viajes que se sueñan mucho antes de que empiecen, y otros que te sorprenden sin avisar. Mi escapada a las islas griegas con parada en Mykonos y Sifnos fue una mezcla perfecta de ambos: el deseo de perderme en el azul del Egeo, y el descubrimiento de rincones que no sabía que necesitaba.

Pero si hubo algo que marcó la diferencia desde el primer momento, fue contar con Inspiring Soho, nuestra agencia de viajes de confianza, que supo entender exactamente lo que buscábamos antes incluso de que lo tuviéramos claro.

Fueron ellos quienes nos propusieron este itinerario perfecto: combinar la energía sofisticada y vibrante de Mykonos, uno de los destinos más icónicos del Mediterráneo, con la tranquilidad, belleza y autenticidad de Sifnos, una isla menos conocida, más lenta, más real… y absolutamente inolvidable. Yo no había oído hablar de esta isla (y hasta tuve mis dudas al principio) pero como mi confianza en el equipo de Inspiring Soho es ciega, me animé y fue todo un acierto.

Una vez más no organizaron un viaje al uso, sino que era un viaje totalmente adaptado y personalizado para nosotros. Y no podemos estar más agradecidos. Porque un buen viaje no se mide por los lugares que visitas, sino por la sensación y recuerdo que te generan. Y con ellos siempre son ganas de volver a vivirlo.

Como siempre, se encargaron absolutamente de todo: desde la salida en Madrid hasta nuestro regreso, incluyendo vuelos, hoteles, traslados, ferries entre islas y recomendaciones. Su atención fue impecable, y lo cierto es que hacen que viajar sea tan fácil como su capacidad para ilusionarte en el proceso.

Un ejemplo de su atención personalizada es que: a la ida volamos con escala, pero para el regresos nos avisaron de que Iberia comenzaba a operar vuelos directos Mykonos-Madrid y nos ajustaron el plan para aprovecharlo. Este tipo de gestos son los que marcan la diferencia.

Por no hablar de la atención y mimo que ponen a cada viaje para que podamos hacerlo cómodamente con Gael, pero sin perder ese matiz de honeymoon que tanto nos gusta. Y no sabéis cómo lo valoramos.

¿Cómo llegar a Grecia?

Cómo os comentaba, en el momento de nuestra salida aún no estaban disponibles los vuelos directos, así que hicimos el trayecto con escala: Madrid–Atenas y Atenas–Mykonos, con la compañía griega de AEGEAN. Aunque tenéis varías aerolíneas que operan similar, en nuestro caso, era la que mejor encajaba con horarios de sueño de Gael y era la que menor tiempo de escala tenía.  En 6 horas llegamos sin problema.

La vuelta sin embargo fue mucho más fácil, pues activaron los vuelos directos de Iberia desde Mykonos a Madrid, así que aprovechamos la oportunidad. El vuelo fue directo, rápido y muy cómodo… ¡y nos costó solo 70 € por persona!

Primera parada: 3 días en Mykonos, el blanco más bonito del Mediterráneo

Teníamos muchas ganas de conocer Mykonos. Sus calles encaladas, sus puertas azules, el ambiente cosmopolita y sus espectaculares atardeceres nos llamaban la atención desde hacía tiempo. Así que les pedimos pasar 2 o 3 días que nos permitieran conocer la ciudad con calma, además de poder disfrutar de algunos ratos de relax en el hotel.

El Hotel

Pasamos tres noches en el complejo hotelero Mykonian, concretamente en el Hotel Kima, y la experiencia fue genial. Este grupo de hoteles cuenta incluso con un alojamiento exclusivo para adultos —ideal para lunas de miel— y tiene ese equilibrio difícil de encontrar entre lujo, tranquilidad y atención personalizada.

Habitación del Hotel Kima, grupo Mykonian.

Nuestra habitación era una maravilla: con jacuzzi privado y unas vistas espectaculares a los famosos molinos de Mykonos. Las instalaciones eran muy completas, decoración moderna y sensación de calma era constante. Precisamente una de las cosas que más nos gustó, es que a pesar de ser un complejo, no tiene un número muy grande de habitaciones por lo que no está masificado. Así que pudimos disfrutar de espacios como la piscina o el spa, sin prisas ni agobios.

Terraza de la habitación (Hotel Kima, grupo Mykonian)

Mención especial también para el personal, siempre amable y atento, y para la restauración, ya que disponía de 3 restaurantes con mucho encanto y diferentes tipos de comida.Piscina (Hotel Kima, grupo Mykonian)

A destacar su ubicación: estaba a 8 min caminando de Chora, su capital. Lo que facilitaba el tema de desplazamientos teniendo todo a mano. No obstante el propio hotel disponía servicio de transfer a los principales puntos de interés con precios cerrados y ajustados, pues eran más económicos que taxi o uber por ejemplo.Vistas desde el Hotel Kima, grupo Mykonian.

Cómo moverse por Mykonos

La opción más barata es el autobús o el barco bus, pero también más limitada en horarios y lugares. Si queréis recorrer la isla y aprovecharla al máximo os aconsejamos alquilar coche, moto o quad, ya que es mucho más económico que taxi o Uber.

Eso sí, tened en cuenta que los aparcamiento no son muy extensos y en ocasiones están alejados del punto de interés. Por lo que la opción más práctica será moto o quad.

Qué ver en Mykonos

Uno de los grandes imprescindibles de Mykonos es, sin duda, su capital: Chora, también conocida como Mykonos Town. Aquí es donde la isla despliega todo su encanto: calles laberínticas que parecen sacadas de una postal, con puertas y ventanas pintadas en mil tonalidades, balcones que se asoman curiosos y las buganvillas en flor que lo tiñen todo de fucsia.

Calles de Chora, capital de Mykonos

Recorrerla sin rumbo es un plan en sí mismo, pero hay varios puntos que no puedes perderte:

  • Little Venice, probablemente uno de los lugares más fotografiados de la isla, donde las casas se asoman al mar como si fueran a flotar. Ideal para ver el atardecer con una copa en la mano.
    Vistas de Little Venice, Mykonos

  • Los molinos de viento, que dominan la colina y se han convertido en símbolo de la isla. Desde allí, las vistas al mar y sus atardeceres son espectaculares.
    Molinos de Mykonos (Kato Mili)

  • El puerto antiguo, con sus barquitas de pescadores, cafés tradicionales y ambiente relajado.
    Old port, el antiguo puerto de Mykonos

  • La iglesia de Panagia Paraportiani, una joya arquitectónica blanca e irregular que parece esculpida por el viento y el tiempo.
    Iglesia de Panagia Paraportiani

  • El barrio de Matogianni, perfecto para una tarde de tiendas, con boutiques de moda griega, joyerías y galerías de arte con mucho gusto.
    El barrio de Matogianni, Mykonos

Chora es ese tipo de lugar que cambia según la hora del día: por la mañana es tranquilo y luminoso, al atardecer se vuelve dorado y romántico, y por la noche se llena de vida, con restaurantes, terrazas y un ambiente vibrante.

Restaurantes y bares recomendados

Lo primero que tengo que advertiros es que Grecia por regla general es caro y quizás dónde más lo hayamos notado sea en comer y beber. Por contra partida, tened en cuenta que los platos son abundantes y que es probable que no necesitéis más que uno por comensal. O incluso en ocasiones compartir.

Algunos de sus platos típicos son: la archiconocida Moussaka, una especie de deliciosa lasaña de gratinado de berenjena, carne y bechamel.  Los Gyros y Souvlaki con carne cocinada al grill, servida en pan de pita con salsa tzatziki, tomate y cebolla, que son abundantes y perfectos para comidas más informales. Por supuesto el pescado y marisco, ya que al ser una isla es fácil encontrar una gran variedad de pescado a la parrilla, calamares, pulpo (especialmente a la brasa) y mejillones. Por ejemplo.

Y en cuanto a dónde comer, quiero destacaros:

  • Restaurante Castro´s:  uno de los más famosos, situado en una preciosa calle con vistas directas al mar. El sitio es espectacular, perfecto para una ocasión especial. Eso sí, te recomendamos reservar con antelación y revisar las condiciones para ello porque el precio por comensal es elevado.
    Restaurante Kastro´s, Mykonos
  • Nice n Easy: fue uno de nuestros favoritos. Cocina orgánica, carta mediterránea con tintes griegos. La ubicación frente al mar lo hace aún más especial. Muy buena opción tanto en pareja como con niños.
  • San Angelo: Situado a pocos pasos de los emblemáticos molinos de viento y en el corazón de Mykonos Town, San Angelo es una trattoria italiana contemporánea con ambiente relajado y una excelente relación calidad‑precio. Fue de lo más económico que encontramos y estaba todo bastante bueno. Eso sí, reservar previamente.
  • Baos: es un bar moderno y con mucho estilo situado encima del mar. Su reconocible columpio con vistas al infinito es una preciosidad, cuentan con música en directo y una selección de cócteles buenísimos.
    Pub Baos, Mykonos
  • Negrita: Situado en la icónica zona de Little Venice, es uno de los lugares más famosos para disfrutar de cócteles frente al mar Egeo. Y también uno de los más instagrameables debido a su preciosa decoración. Eso sí, siempre está repleto de gente por lo que os aconsejo acudir temprano.
    Pub Negrita, Mykonos

Viajar a Mykonos con un niño pequeño: posible pero con pros y contras

Uno de los aspectos que más nos preguntan es cómo es viajar a Mykonos con niños, y la verdad es que nuestra experiencia fue bastante positiva, aunque con matices. Nosotros fuimos con nuestro hijo, que tiene casi 3 años, y logísticamente es una isla bastante sencilla: Chora es llana, las calles están bien cuidadas y se puede ir perfectamente con carrito. Además, hay muchos espacios peatonales, lo cual da bastante tranquilidad.

Eso sí, también es cierto que Mykonos tiene un ambiente nocturno muy animado, con muchos bares, pubs y locales preciosos que no siempre son lo más cómodo para disfrutar con niños pequeños. Y nos daba un poquito de pena no poder disfrutarlo al 100%, pero volveremos como escapada romántica seguro!.

Segunda parada: 3 días en Sifnos, el secreto mejor guardado de las Cícladas

Nuestra segunda parte del viaje fue visitar la desconocida isla de Sifnos, por sugerencia de nuestra agencia de viajes Inspiring Soho. Nos propusieron conocer una isla mucho más tranquila y auténtica, que contrastara con el ajetreo y la masificación de Mykonos. Y fue todo un acierto.

Sifnos es perfecta si viajas con niños, pero también tiene un ambiente increíblemente romántico, ideal para escapadas en pareja. El ritmo pausado, el famoso slow living que se respira en cada rincón, las pequeñas poblaciones con casas encaladas, puertas azules y buganvillas en flor, y sobre todo sus terrazas con encanto, hacen de esta isla con apenas 2.000 habitantes una joya escondida en el Egeo.

El hotel

Nos alojamos en el Hotel Stamna, miembro de la cadena Design Hotels, y fue, sin duda, uno de los grandes aciertos del viaje. Sus propietarios son dos parejas hispano-griegas que han cuidado hasta el último detalle del alojamiento, y esa mezcla de hospitalidad griega y calidez mediterránea se nota en todo.

Stamna Sifnos

El hotel es precioso, con una decoración sencilla y elegante con matices rurales que se mimetizan con el entorno. Desde la piscina, las vistas al mar Egeo y a las características iglesias de cúpulas azules eran simplemente mágicas.

Piscina (Hotel Stamna Sifnos)

Nuestra habitación contaba con terraza privada y una calma absoluta. La comida estaba deliciosa, con productos de su propio huerto, pero sobre todo quiero destacaros la atención del personal porque fue sobresaliente. No puedo explicaros como se desvivieron por Gael.

Terraza de la habitación (Hotel Stamna Sifnos)

Además, estaba ubicado a apenas 5 minutos caminando de la capital de la isla, Apollonia, lo que facilitó mucho los desplazamientos a pie, aunque con una advertencia: se accede por el lateral de la carretera, así que hay que tener algo de precaución. Aun así, al ser una isla tan tranquila, el tráfico era mínimo.

Cómo moverse por Sifnos

Para explorar las playas y pueblos de Sifnos, finalmente optamos por alquilar un coche a través del propio hotel, y fue una gran decisión. El precio era similar al que encontramos por web, pero con la ventaja de que nos lo llevaron y recogieron directamente allí, sin ningún extra. En una isla como esta, donde el transporte público es escaso, lo más recomendable es alquilar un coche, moto o similar.

Qué ver en Sifnos

Aunque es pequeña, Sifnos tiene muchísimos rincones con encanto. Estos fueron nuestros favoritos:

  • Apollonia: La capital de la isla es un laberinto de callejuelas blancas, pequeñas tiendas locales, terrazas con farolillos y buganvillas, y un ambiente pausado y acogedor. Lo mejor es perderse por sus callejones al atardecer, cenar en alguno de los restaurantes que inundan la calle principal. Es el corazón cultural de la isla, donde encontrarás la mayor concentración de bares, tiendas y tabernas. Imprescindible visitar su iglesia principal porque es la estampa más reconocible de la ciudad. 
  • Artemonas: A pocos minutos andando de Apollonia, este pequeño pueblo conserva una elegancia especial: mansiones neoclásicas, patios llenos de flores y un aire casi aristocrático. Aunque no es muy grande, podéis conocerlo en un paseo rápido. Tiene un par de pastelerías tradicionales ideales para merendar y es muy tranquilo.
    Calles de Apollonia, Sifnos
  • Kamares: Es el puerto principal de la isla y probablemente el primer lugar que verás al llegar. Aunque pueda parecer simplemente un punto de paso, lo cierto es que Kamares tiene mucho encanto: su calle principal está llena de restaurantes, cafés y pequeñas tiendas, todo frente al mar. La playa de Kamares es amplia, de aguas calmadas y protegida por montañas, lo que le da un aire de fiordo mediterráneo. Ideal para ir con niños o simplemente pasar un día tranquilo de playa con todos los servicios a mano.
    Puerto de Kamares, Sifnos
  • Monasterio de Chrisopigi: Uno de los lugares más emblemáticos de Sifnos. Este monasterio blanco, construido sobre una roca que se adentra en el mar, es una imagen icónica de la isla. Se puede acceder fácilmente en coche y hay un pequeño camino que te lleva hasta la entrada. El entorno es espectacular y al atardecer, la luz sobre el agua y las piedras crea un ambiente mágico.
    Monasterio de Chrisopigi, Sifnos
  • Faros: Pequeño pueblo costero con una de las playas más bonitas y tranquilas de la isla. El mar es poco profundo, ideal para niños, y los árboles llegan hasta la misma orilla, ofreciendo sombra natural. Hay varios chiringuitos y tabernas con encanto que lo convierten en un lugar perfecto para pasar una jornada completa de playa, comida y relax. Muy poco masificado y precioso.
    Pueblo de Faros
  • Kastro y la Iglesia de los Siete Mártires: Kastro es, probablemente, el pueblo con más carácter de Sifnos. De origen medieval, sus casas se entrelazan formando una especie de fortificación natural, y pasear por sus estrechos callejones es como hacer un viaje al pasado. En el borde del acantilado, encontrarás la Iglesia de los Siete Mártires, una pequeña capilla blanca en un islote unido a tierra por un camino de piedra. Es uno de los lugares más fotogénicos de la isla y el sitio perfecto para ver el atardecer.
    Iglesia de los Siete Mártires - Sifnos, Greci

Dónde comer en Sifnos

Sifnos, a pesar de su tamaño, cuenta con una gastronomía cuidada y sorprendentemente sofisticada.En muchos rincones encontrarás pequeñas terrazas con encanto, recetas tradicionales y una atención cercana que hace que cada comida se convierta en una experiencia. Podríamos decir que estáis en la meca culinaria de Grecia, pues esta isla destaca especialmente por ello. Así que aquí van algunos de nuestros favoritos:

  • Okyalos (Apollonia)
    En pleno corazón de Apollonia, este restaurante destaca por su ambiente íntimo, su decoración cuidada y una carta que combina la cocina tradicional griega con toques modernos. Lo encontraréis fácilmente en su calle principal pues sus ventanas y puertas turquesas son realmente llamativas. Ideal para una cena especial en pareja o una velada tranquila.
  • La Cantina (Kastro)
    Un rincón con magia. Situado en una pequeña terraza entre las casas encaladas de Kastro, este restaurante tiene muy poquitas mesas. Cocina mediterránea, ingredientes frescos y unas vistas de postal al mar Egeo. Nosotros no pudimos cenar aquí por tema de horarios, por lo que recomiendo reservar con antelación, porque probablemente sea el restaurante más bonito de la isla.
  • Loggia Wine Bar (Kastro)
    Una joya escondida para tomar algo al atardecer. Este pequeño local de estilo bohemio está situado en una pequeña cueva sobre una escalinata. Es común sentarse en sus escalones para disfrutar de las vistas al mar y terminar el día con calma. Si queréis mesa, os aconsejo reservar.
    Loggia Wine Bar (Kastro)
  • To Kohyli (Kamares)
    Frente al mar, en el puerto de Kamares, encontramos este restaurante familiar donde probamos algunos de los platos más sabrosos del viaje. Comida griega auténtica, muy bien elaborada, y una atención encantadora. Perfecto para una comida en plena playa.
  • Pelicanos (Faros)
    Un chiringuito con mucho encanto, justo a pie de playa en Faros. El ambiente es relajado, ideal para comidas informales sin renunciar a una buena cocina. Situado a pocos metros del mar, comer con los pies en la arena y probar platos sencillos y deliciosos.
    Restaurante Pelicanos (Faros)

Viajar a Sifnos con un niño pequeño: todo son ventajas

Si estás pensando en viajar con niños, Sifnos es una isla maravillosa para ello. La tranquilidad de la isla, la amabilidad de sus gentes y la ausencia de masificación la convierten en un destino ideal para familias. Poder ir a la playa en cualquier momento y tener sitio es una maravilla.

Sus aguas suelen ser muy calmadas y poco profundas, perfectas para que los más pequeños jueguen sin peligro. Además, muchas de sus localidades son completamente peatonales o con tráfico muy limitado, lo que da muchísima tranquilidad a la hora de moverse con carrito o dejar que caminen solos.

Otro punto a favor es lo bien que reciben a los niños: en todos los restaurantes fueron especialmente amables con nuestro hijo. Y como detalle divertido, la isla está llena de gatos que corretean por las calles, lo que fue un entretenimiento extra constante para él.

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