Siempre he sido una entusiasta de las bodas. Primero porque es una de las cosas con la que fantaseaba cuando era niña, no sólo por casarme con el amor de mi vida, sino porque ese día me convertiría en una princesa de verdad. Sin embargo, ahora no sólo me apasionan en ese sentido, sino por tener la posibilita de asistir como invitada.
Además de que me permiten lucir mis mejores galas, las bodas actuales están pensadas en su mayor parte para los invitados. Me encanta la cantidad de ideas que los novios llevan a cabo para impresionar a los asistentes con un objetivo: hacerlos también protagonistas de su gran día. Pero sobre todo, me emociona el cariño y trabajo que hay detrás de cada sorpresa.
El primer secreto lo descubrimos con la llegada de la invitación de boda. Algo aparentemente insignificante, pero que es toda una declaración de intenciones. Ya que no es sólo la carta de presentación del día más importante de su vida, sino que nos desvelará el estilo y personalidad del gran evento. Y esto sólo es el comienzo.
Estos pequeños detalles son los que hacen única cada celebración. No importa que el lugar o la gente se repita, cada pareja consigue hacerla tan especial y distinta, que resulta irrepetible.
Por esa razón, como fanática de las bodas que soy, os quiero dejar algunas de las ideas que se han ido tropezando en mi camino y que me parecen maravillosas para lograr que uno de los momentos más importantes de vuestras vidas, sea simplemente sea perfecto.
Sandra (Cáceres, 1986) es licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas y trabaja para uno de los mayores grupos de comunicación nacionales.
Residente en Madrid y con la moda como afición favorita, decide crear en Agosto de 2015 el perfíl de Instagram de @invitada_perfecta con el objetivo de recopilar sus looks de fiesta preferidos.
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