Hoy os traigo uno de esos descubrimientos que Zara lanza de vez en cuando y que dividen al mundo: o te enamora al instante… o no es para ti. Y yo lo tengo clarísimo: me parece una auténtica maravilla. Esa clase de pieza que una novia con mucha personalidad podría lucir para la firma en el juzgado o en una ceremonia íntima, y que también podría encajar a la perfección en un bautizo para una invitada o mamá elegante.
Se trata de un vestido tipo túnica satinada, fluido, con un movimiento espectacular y ese brillo sutil tan propio de los tejidos con caída. El cuello alto aporta un punto sofisticado y limpio, pero la magia está detrás: un maxi escote en la espalda rematado con lazada, que transforma el diseño en algo verdaderamente especial. Es diferente, atrevido sin resultar excesivo y, sobre todo, increíblemente favorecedor al caminar. Mención especial a las mangas capa y, sobre todo, a esos puños tan especiales, un detalle que rara vez vemos en piezas de este estilo.
Para el estilismo quise mantener esa estética depurada y minimalista, pero añadiendo pequeños destellos de luz. Por eso escogí pendientes dorados con perlas irregulares de Acus Complementos, una pieza escultórica perfecta también para novia. El bolso rígido dorado y nácar de Occeanis eleva el look y añade un guiño nupcial precioso, ideal si quieres prescindir del ramo. Y como remate, sandalias doradas de Salo Madrid, que estilizan muchísimo y funcionan de maravilla con este largo midi.
Es un look que visualizo claramente en una novia que busca algo minimal, actual, diferente y económico… pero también en una invitada que quiere alejarse de los vestidos tradicionales sin renunciar a la sofisticación. Porque sí: este diseño tiene ese “efecto wow” que solo funciona en mujeres con estilazo. ¿Eres una de ellas?
En maquillaje opté por tonos tierra luminosos con un toque frambuesa en mejillas y labios, para aportar frescura sin robar protagonismo al tono champán del vestido. El recogido bajo pulido completa el conjunto, dejando el rostro limpio y dando todo el protagonismo a los pendientes.
Creo que es uno de esos looks que nunca pasan desapercibidos y que, aun así, permiten que seas tú quien brille por encima del vestido. Y eso, cuando hablamos de moda nupcial o de invitadas especiales, vale oro.
Te atreverías con algo así?
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