La historia de Marta y Laurent comenzó en marzo de 2008 en un escenario idílico: Nueva York. Ambos coincidieron en un helipuerto, para sobrevolar la gran manzana y cuando Marta vio a Laurent dijo a sus amigas: «Ahí está el amor de mi vida».
Fue una de sus amigas, la que se atrevería a pedirle el teléfono tras descubrir que Laurent hablaba perfectamente español y era de Bruselas. Esa misma noche quedaron y la magia surgió rápidamente entre ellos. Después de tantos años de Skype, 7 horas de diferencia, sorpresas, viajes de 20h, lloros y reencuentros, tenemos el final de esta bonita historia aquí.