Llevaba tiempo queriendo preparar un look de invitada relajado y sofisticado pensando en bodas campestres y de playa. Así que cuando descubrí este precioso vestido amarillo, uno de mis favoritos de la colección de Poète, no pude resistirme.
Se trata de un diseño cruzado y con volantes de color limón, muy cómodo y juvenil. Es súper vaporoso por lo que tiene bastante movimiento al caminar. Su escote en pico tanto en la parte delantera como trasera queda precioso y lo hace muy cómodo al no ser demasiado profundo. Y lo mejor, favorece a muchos tipos de figuras y siluetas.
Lo combiné con un elemento que este año viene con mucha fuerza en la moda casual y por qué no incorporarlo también a nuestros outfit de invitada: el pañuelo. Hace el papel de tocado, es fácil, económico y muy versátil, ya que podréis usarlo con recogidos, coletas y melenas sueltas. En mi caso opté por uno en tonos fucsias, rosas y morados de Zara y que me dio pie a buscar el resto de complementos en estos tonos.
Me encantó como me lo colocó MG Beauty y como supo integrarlo en mi semirecogido. Por no hablar del maquillaje, que me encanta!
Las sandalias que no pueden ser más maravillosas son de Magrit, el bolso es una joya de Mibúh y los pendientes de Salvatore Plata.
Estas fotitos pertenecen a la sesión que hicimos en la Quinta de Illescas y en sus preciosos espacio interiores, que me resguardaron de la lluvia y el frío polar!
Os gusta tanto como a mí?
Look
Vestido
Poète
Bolso
Mibúh
Pendientes
Salvatore Plata
Zapatos
Magrit
Beauty
Mg Beauty
Pañuelo
Zara
Finca
La Quinta de Illescas