Los 10 errores más comunes en tu estilismo de invitada de boda con solución

Queridas amigas,

Hacía mucho tiempo que no hablábamos de los errores de estilismo en invitadas más comunes que solemos ver en una boda o celebración formal. Y aunque el protocolo se va flexibilizando con el tiempo y las costumbres cambian, todavía hay muchos fallos como invitada perfecta que conviene evitar.

Eso sí, antes de empezar —y con la intención de no ofender a nadie—, quiero dejar claro que todo lo que vais a leer aquí es mi opinión personal. Está escrito desde el cariño y con un toque de humor, porque yo misma he cometido muchos de estos errores. Pero con el paso del tiempo he ido aprendiendo, corrigiendo y, sobre todo, compartiéndolos con vosotras para que no caigáis en los mismos.

Así que, además de hablar de esos errores más comunes al vestirse para una boda, también quiero ofreceros alternativas que resulten más adecuadas. Espero poder ayudaros así que vamos allá.

1) Ir de largo a una boda de mañana cuando no eres la madrina o la hermana de la novia o novio

Lo siento, pero por mucho que pase el tiempo y se relaje el protocolo, sigo creyendo firmemente que hay que saber diferenciar los tipos de boda. No es lo mismo una boda a las 12 del mediodía, con el sol en lo alto y los diseños pidiendo pamelas a gritos, que una boda a las 20:00, donde casi casi se permite el dress code de alfombra roja. Y debemos aprovecharlo. ¡Porque, amigas, la plebe no vamos a pisar una gala de los Goya en breve! Así que, sin pasarnos podemos aprovechar la ocasión para sacar nuestras mejores galas… pero a la hora adecuada.

Eso sí, recordad que, por protocolo, hay invitadas tan especiales como la madrina, hermana de la novia o novio y damas de honor que tienen el beneplácito de ir de largo a una boda de mañana. Pero con matices que os cuento en el siguiente punto.

Vestido largo para boda de dia

2) Pensar que todos los vestidos largos son para bodas de mañana si puedes llevarlo

Uno de los errores de invitada de boda más habituales lo cometen, precisamente, las figuras más especiales. Sí, lo sé: la boda de un hijo, una hermana o un hermano es un momento único, irrepetible, emocionante… ¡todo eso y más! Pero no olvidemos que los verdaderos protagonistas son los novios. Así que, aunque seamos la hermanísima o la madre orgullosa, no podemos aparecer vestidas como si fuéramos a recoger un premio —por muy tentador que sea el modelazo.

Si tenemos ese papel destacado que “nos permite” ir de largo en una boda de mañana, genial. Pero incluso en ese caso, os aconsejo evitar los brillos, las lentejuelas y todo lo que grite gala de noche. Es mucho más acertado optar por diseños bohemios, fluidos y ligeros, que acompañen con elegancia el espíritu (y el horario) que los novios han elegido.

vestido largo y bohemio

3) Llevar pamela con vestido largo

Quizás sea uno de los puntos que más se ha flexibilizado con el tiempo, pero lo cierto es que el protocolo sigue diciendo lo mismo: si vas a llevar pamela, debe ser con vestido cóctel, es decir, por debajo de la rodilla o estilo midi. Eso sí, reconozco que últimamente hemos empezado a verla combinada con vestidos tobilleros, y tengo que admitir que, a veces, funciona. Pero como siempre, hay excepciones.

Ahora bien, pensad que estamos mezclando dos elementos que, en teoría, juegan en ligas distintas: la pamela es un complemento exclusivo en bodas de mañana, mientras que el vestido largo está reservado para las bodas de tarde-noche. Por eso, si os animáis a combinar ambos, mi consejo es que lo hagáis con diseños boho, fluidos, con tejidos ligeros o un aire romántico, para no desentonar. Y, por favor, siempre usad la pamela en celebraciones de mañana. No olvidemos que, además de quedar divina, su función principal es protegernos del sol.

error invitada boda pamela boda

4) Empeñarse en introducir en tu look de invitada tocado sí o sí

No por tener un papel relevante en una boda estáis obligadas a llevar tocado para distinguiros. Y, ojo, no todos los vestidos lo permiten. Por lo que os aconsejo, que si queréis llevarlo, lo planteéis en el look desde el inicio y busquéis un diseño acorde para ello.

Recordad: los mejores aliados para lucir una pamela o tocado son los vestidos midi, de líneas sencillas o con estampados discretos. Así evitaréis un total look recargado y conseguiréis un equilibrio elegante. Y si queréis sacar matrícula de honor, os invito a pasar por mi post con consejos para lucir correctamente un tocado. Palabra de invitada experta.

5) Lucir gafas de sol a una boda

Este es, sin duda, uno de los fallos más graves que una invitada perfecta puede cometer, porque suele arruinar por completo el total look. Es cierto que, en algunas ocasiones, se pueden incluir como complemento… pero solo si están pensadas como parte del estilismo desde el principio. Aun así, es complicado que no acaben pareciendo un disfraz más que un detalle de moda.

Así que, queridas mías: esas gafas que usáis para esquiar no combinan con el vestido de princesa que lleváis a la boda. Lo siento, pero alguien tenía que decirlo.

Si el sol os molesta —que lo entiendo perfectamente— hay pamelas y tocados preciosos que pueden salvaros del apuro y, además, son infinitamente más estilosos. Os lo dice alguien fotosensible, con varias enfermedades oculares… así que, creedme, no hay excusa que valga.

error invitada boda gafas

6) Lucir reloj en nuestro estilismo de invitada de boda

El protocolo lo deja claro: no debemos llevar reloj en un atuendo formal. Aun así, sigue siendo uno de los fallos más repetidos en los estilismos de invitada de boda. Y es que, salvo que se trate de un reloj tipo joya o uno de estilo retro discreto y elegante, lo mejor sería dejarlo fuera del look. Porque sí, aunque duela, en las celebraciones deberíamos vetarlos.

¿Y en lo práctico? Tampoco lo necesitas. En un evento así, los novios se encargan de marcar los tiempos. Y tú, como invitada, no estás para mirar la hora: estás para brindar, bailar y disfrutar. Así que, a no ser que seas el conejo de Alicia en el País de las Maravillas, déjalo en casa y apuesta por otros complementos más estilosos.

7) Evita ser la invitada muestrario

Os reiréis, pero hay invitadas de boda que parecen haberse puesto todo lo que han encontrado por casa antes de salir. ¡Y no, no hace falta! No es necesario llevar esos pendientes XL, el collar digno de María Antonieta, la pamela, los guantes, la estola… todo a la vez. Y menos aún si el vestido de invitada ya es potente por sí solo.

La clave está en equilibrar. Si en algún momento una prenda o accesorio os hace dudar, lo mejor es descartarla. Porque cuando se trata de estilo, menos siempre es más.

8) La ropa interior debe ser invisible

No necesitamos parecer un embutido para sentirnos sexys y menos en un look de invitada. Así que, por favor, aunque el diseño sea ajustado, que respire. De verdad, no hay nada menos elegante que un vestido que deja entre ver hasta el alma.

Además de evitar que se note la ropa interior, estaréis mucho más cómodas durante toda la celebración. Y si aún así algo se marca o se ve raro… siento deciros que probablemente no sea vuestra talla o que el tejido del vestido no tenga el cuerpo (ni la calidad) que merece una invitada perfecta.

ropa interior invisible

9) Peinados demasiado pulidos o anticuados

Como buena amante de Sissi Emperatriz, soy la primera en confesar mi amor por los tirabuzones, las maxitrenzas, los recogidos tipo ensaimada y todos esos peinados imposibles que Romy Schneider lucía en sus películas. Una fantasía, lo sé.

Pero desde hace algunos años, el estilo de peinado en invitadas ha evolucionado hacia algo mucho más relajado y natural. Así que, por favor, huye de los peinados demasiado elaborados… y sobre todo, de esos que crujen al mover la cabeza por culpa del exceso de laca. Ya me entendéis: si tu pelo suena como una bolsa de patatas al girar, algo no va bien.

peinados limpios y poco pulidos

10) Evitar las pruebas e innovaciones en tu look

Otro de los errores al elegir nuestro tocado, vestido o complementos en una boda es ponernos a hacer experimentos. Si normalmente vistes de colores oscuros, llevas el pelo suelto o no sueles ponerte pendientes… no es el momento de innovar. Un vestido de invitada ya se sale lo suficiente de nuestro estilo habitual como para encima añadir más elementos que no van contigo.

Lo más probable es que acabes sintiéndote disfrazada. Y, lo peor, que cuando veas las fotos dentro de unos años… no te reconozcas. Por eso, el mejor consejo que puedo darte es este: sé siempre tú misma. Ir guapa no significa dejar de ser auténtica.

En resumen: las tres reglas de oro de una invitada perfecta

Después de repasar todos estos errores que conviene evitar, me gustaría que os quedaseis con tres reglas clave que nunca fallan a la hora de elegir un look:

  • Menos es más (siempre). No hace falta recargar el look para destacar. A veces, un buen corte y un accesorio bien elegido dicen mucho más que un exceso de elementos.
  • Ante la duda, descartar. Si un peinado, tocado o complemento os hace dudar… fuera. No merece la pena ir incómoda o disfrazada por algo que no os convence del todo.
  •  Buscar el equilibrio. Un look perfecto es el que mantiene armonía entre vestido, peinado, complementos y actitud. Si todo compite por llamar la atención, algo falla.

Y no lo olvidéis: cuando surjan dudas, el protocolo está ahí para ayudarnos, no para limitarnos. Es una herramienta estupenda para orientarnos, sobre todo cuando no sabemos por dónde tirar.

Así que ya sabéis: sed vosotras mismas, con estilo, criterio… que ninguna nacimos sabiendo. Y si habéis caído en alguno de estos errores alguna vez (yo la primera), no pasa nada. Aquí estoy yo para ayudaros!

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